Unidad de pared abdominal compleja

Eventración

Es la hernia que aparece en 1 de cada 3 cirugías con incisión en la pared abdominal.

Cuando tras una cirugía de pared abdominal, se produce una debilidad o una mala cicatrización, hablamos de eventración o hernia incisional a la exposición, protrusión o hernia de vísceras abdominales, a través de una zona u orificio de la pared abdominal debilitada quirúrgica o traumáticamente.

  • Resumen
  • Tiempo intervención: 60-120 min.
  • Anestesia: General o locoregional.
  • Hospitalización: Sí.
  • Tiempo recuperación: 7-15 días.

Información detallada

  • ¿Qué es?
  • Tratamiento
  • Preguntas frecuentes

Una eventración o hernia incisional es el resultado de una mala cicatrización de una incisión (corte) realizado en la pared abdominal durante una intervención quirúrgica. El resultado es un defecto (agujero) en la misma por donde puede salir contenido abdominal (asas intestinales) causando obstrucciones, dolor y, en los casos más graves, necrosis intestinal.

La alta incidencia de hernias de la pared abdominal, entre las que se incluyen las eventraciones, convierte a esta patología en un importante problema de salud pública en todo el mundo. En diversos artículos publicados se estima que hasta un tercio de las intervenciones quirúrgicas en las que se realiza una incisión en la pared abdominal presentan eventraciones posteriormente. Ni siquiera la cirugía laparoscópica se libra de este problema ya que, aunque se realizan incisiones mucho más pequeñas, la frecuencia de eventración se sitúa en torno al 15%.

Se calcula que la frecuencia de la hernia incisional o eventración está entre el 12-15% de todas las laparotomías efectuadas, aumentado su frecuencia hasta el 23-40% en caso de que exista infección añadida de la herida quirúrgica.

CAUSAS DE LA EVENTRACIÓN

Existen diversas causas de la eventración y pueden depender del paciente, de la propia intervención quirúrgica, o del cirujano.

Causas relativas al paciente:

Con respecto al paciente, existen circunstancias que pueden dificultar la correcta cicatrización de la herida quirúrgica: obesidad, mala nutrición, déficits de alguna vitamina, enfermedades del colágeno (proteína encargada de “fabricar” la cicatriz), tratamientos con corticoides e inmunosupresores,...

Causas relativas a la cirugía:
Con respecto a la propia intervención quirúrgica, se pueden dar complicaciones que afecten al cierre adecuado y a la posterior cicatrización de la herida: infección de la herida por cirugías contaminadas, defecto de la pared y un cierre con tensión excesiva en los bordes,...

Causas relativas al cirujano:
El factor más importante relacionado con una buena cicatrización de una herida quirúrgica es el cierre adecuado de esa incisión por parte del cirujano. Lo que se denomina una BUENA TÉCNICA de cierre de la pared abdominal. Existe un consenso medico científico de cómo se debe llevar a cabo esa técnica ideal de cierre para minimizar al máximo el desarrollo posterior de una eventración.

El tratamiento de la eventración es quirúrgico y se obtienen mejores resultados cuanto más experto es tu cirujano.

El tratamiento quirúrgico de las eventraciones de la pared abdominal tiene como objetivo reconstruir una cavidad abdominal hermética y armoniosa, así como suprimir las consecuencias de la ruptura parietal que constituye la eventración.

Y cuanto antes mejor. Ya que su evolución natural es el aumento de tamaño y eso hace que cuanto más tiempo pase más aumenta la dificultad de reparación y las probabilidades de desarrollar complicaciones.

Puede ser un abordaje por cirugía abierta o por cirugía laparoscópica mínimamente invasiva.

Quizá la primera razón para indicar el tratamiento quirúrgico sea la presencia de síntomas, tales como molestias abdominales, dolor, e incluso razones estéticas.

Lo malo es que cuantas más cirugías se lleven a cabo en la zona, peores suelen ser los resultados. De ahí la importancia de llevar a cabo una cirugía adecuada y duradera, realizada por un cirujano experto y en un centro de referencia.

Los riesgos más importantes de las eventraciones son la incarceración, la disfunción respiratoria, la fibrosis de la pared abdominal, los problemas cutáneos o el aumento progresivo de tamaño.

Esto puede llegar a ser un reto para la pericia y la experiencia del equipo quirúrgico. Por eso es clave la valoración preoperatoria del paciente, morfología del mismo, antecedentes quirúrgicos, ubicación de la hernia, tamaño, situación de la piel, enfermedades intercurrentes y sintomatología que presenta, para indicar una correcta corrección de su defecto herniario y, asimismo, que el paciente se encuentre en unas condiciones óptimas para la cirugía y así minimizar las complicaciones postoperatorias.

La popularización del uso de mallas quirúrgicas (prótesis) para tratar de forma más duradera o definitiva este problema ha supuesto un avance muy importante. La mayoría de la comunidad científica considera necesario su uso porque sus ventajas (mucho mejores resultados) superan de largo sus inconvenientes (molestias por cuerpo extraño, infección).

Por eso es importante llevar a cabo una cirugía adecuada y duradera, a ser posible realizada por un cirujano experto y en una unidad especializada en pared abdominal.

Hay dos métodos que permiten alcanzar este objetivo: la rafia de la pared, consistente en suturar los bordes aponeuróticos de la eventración, y la colocación de una prótesis alogénica como soporte o sustituto del plano aponeurótico.

Para las eventraciones complejas, se debe realizar una traslación medial de los músculos rectos del abdomen, según la «técnica de separación de los componentes».

REPARACIÓN PRIMARIA DE EVENTRACIONES.

Esta técnica consiste en el cierre primario del defecto de pared abdominal, bien por sutura directa de sus bordes o mediante solapamiento de los mismos con o sin incisiones de descarga (técnica de Mayo, técnica de Jud) que consiste en reconstruir los defectos en la línea media haciendo un cierre sin tensión que ayude a recrear la dinámica de la pared abdominal.

REPARACIÓN DE EVENTRACIONES CON PRÓTESIS

La operación suele consistir en reforzar el área afectada mediante el uso de mallas quirúrgicas.

Estas mallas suelen ser de material protésico sintético. Existe también prótesis biológicas o plastias autólogas, pero su uso se reserva para los casos de fracaso de las prótesis sintéticas o en campos quirúrgicos comprometidos (infección, necrosis, fístula) donde las mallas sintéticas están contraindicadas.

El uso de estas mallas mejora con creces los resultados finales si los comparamos con los inconvenientes que puede presentar como molestias por introducir un cuerpo extraño en el organismo o, en algunos casos raros, infección.

La reparación protésica ha demostrado su eficacia para el tratamiento de las eventraciones mediales, subcostales, lumbares, laterales, periestomiales, perineales y las eventraciones recidivadas.

El punto de inserción del implante protésico puede ser preaponeurótico en la vaina de los músculos rectos, en el espacio preperitoneal o intraperitoneal. Prácticamente todas las hernias ventrales tienen indicación de ser reparadas por vía laparoscópica, ya sean hernias primarias o incisionales (post-laparotómicas, post-trocar o recidivadas).

Para ciertos grupos de pacientes las eventraciones pueden resolverse mediante cirugía laparoscópica, reduciendo los tiempos y molestias del postoperatorio y ayudando a una rápida reincorporación a la vida normal.

Por su elevada incidencia, su dificultad técnica, y la necesidad de un conocimiento preciso y actualizado de anatomía y nuevas técnicas quirúrgicas, es fundamental escoger un cirujano experto en pared abdominal para tratar la eventración primaria o la que haya sido operada en varias ocasiones (recidivada).

¿Cómo saber si se tiene una eventración?
La eventración puede ser completamente asintomático: visible sin causar ninguna molestia. Sin embargo, los síntomas más típicos asociados con esta hernia son malestar abdominal después del ejercicio, de una caminata larga y de estar de pie mucho rato, tos, estornudos, defecaciones, náuseas y vómitos.

¿Cómo se hace una eventración?
La eventración, también llamada hernia ventral o hernia incisional, se produce tras el antecedente de un traumatismo penetrante de la pared abdominal o de cirugía. La incidencia de aparición de las eventraciones varía entre el 1 y el 16%, aunque este porcentaje puede ser mayor según el tipo de cirugía.

¿Cómo se cura una eventración abdominal?
Tratamiento de la eventración.
El objetivo de este tratamiento es solucionar la falta de músculo en una región del abdomen. Por ello, el único procedimiento posible es la cirugía. Por lo general se realiza la llamada hernioplastia sin tensión, mediante la cual se coloca una prótesis sustitutiva de esta capa.

¿Qué pasa si no me opero una eventración?
Las eventraciones no suelen presentar síntomas, aunque con el tiempo si no se tratan, pueden aumentar de tamaño y provocar molestias en el momento de realizar algún esfuerzo físico y/o después de comer, cuando el intestino se dilata.