Unidad de cirugía oncológica

Cáncer colorectal.

En la Unidad Multidisciplinar de cáncer colorrectal de MEDIQUADIS , realizamos una Cirugía Oncológica orientada al tratamiento de los pacientes con cáncer de colon, cáncer de recto y cáncer de ano. Disponemos de todos los recursos técnicos y humanos para ofrecer los tratamientos más avanzados a la vez que disminuimos los tiempos de espera entre el diagnóstico y el tratamiento.

10 años de experiencia tratando tumores de color y recto nos avalan.

  • Resumen
  • Tiempo intervención: xx min.
  • Anestesia: local/total.
  • Hospitalización: Sí/No.
  • Tiempo recuperación: xx días.

Información detallada

  • Tipos y diagnóstico
  • Tratamiento
  • Cirugías
  • Preguntas frecuentes

¿Qué tipos de cáncer de colon existen?
Es un cáncer que comienza en el colon o en el recto, en la parte inferior del aparato digestivo (intestino grueso).

La mayoría de los cánceres colorrectales son adenocarcinomas (cánceres que empiezan en las células que producen y liberan moco y otros líquidos).

El cáncer colorrectal comienza a menudo como un crecimiento que se llama pólipo, que se puede formar en la pared interna del colon o el recto. Con el tiempo, algunos pólipos se vuelven cancerosos. En España, el cáncer colorrectal es el tercer tipo más común de cáncer en hombres y el segundo en mujeres.

El objetivo del equipo médico es lograr el mejor tratamiento personalizado para el cáncer colorrectal en función de las características genéticas del tumor de cada paciente.

El uso de la colonoscopia de forma rutinaria en la valoración y seguimiento de pacientes con gran diversidad de trastornos ha permitido identificar cada vez mayor número de lesiones benignas a nivel del colon y del recto.

Esta es la clasificación actual de tumores de colon

  • Tumores benignos.
    Pólipos no neoplásicos.
    Pólipos hiperplásicos.
    Pólipos linfoides.
    Pólipos hamartomatosos.
    Pólipos juveniles.
    Pólipos inflamatorios(pseudopólipos).
    Pólipos neoplásicos.
    Adenomas.
    Pólipos malignizados.
    Pólipos Serrados.
    Alteraciones mesenquimales.
    Lipomas.
    Otras lesiones polipoideas.
    Pólipos neoplásicos
    Endometriosis.
    Neumatosis quística.
    GIST (tumor del estroma gastrointestinal).
  • Poliposis adenomatosa familiar y Cáncer hereditaria no asociado a poliposis (CCHNP) o Síndrome Lynch.
  • Cáncer Colon-Recto.
    Adenocarcinoma.
    No adenocarcinoma (sarcoma, linfoma, melanoma, carcinoide, células escamosas).

SINTOMAS Y DIAGNOSTICO

Este cáncer tiene los siguientes signos y síntomas:
  • Cambio en los hábitos intestinales.
  • Sangre en las heces.
  • Diarrea, estreñimiento o sensación de que el intestino no se vacía completamente.
  • Heces más delgadas de lo normal.
  • Dolor abdominal ocasionado por gases, flatulencia, saciedad o calambres).
  • Pérdida de peso sin razón conocida.
  • Sensación de mucho cansancio.
  • Vómitos.

Si experimentas uno o más de estos síntomas debes acudir a tu médico de cabecera e informarle de ello.

¿Cómo se diagnostican los tumores de colon?

Para diagnosticar el cáncer de colon, se utilizan pruebas que examinan el colon y el recto. Se pueden usar las siguientes pruebas y procedimientos:
  • Examen digital del recto.
  • Prueba de sangre oculta en la materia fecal.
  • Enema de bario.
  • Sigmoidoscopia.
  • Colonoscopia.
  • Colonoscopia virtual.
  • Biopsia.
  • Ensayo de antígeno carcioembrionario (CEA).

El tratamiento para el cáncer de colon o recto va a depender de la parte del intestino afectada y de la extensión del cáncer.

La cirugía suele ser el tratamiento principal para el cáncer de colon y puede combinarse con quimioterapia, radioterapia o tratamientos biológicos, según tu caso particular.

Si se detecta a tiempo, el tratamiento puede curar el cáncer de colon y evitar que vuelva a aparecer.

Desafortunadamente, no siempre es posible una cura completa y, a veces, existe el riesgo de que el cáncer regrese en una etapa posterior.

La curación total es muy poco probable en casos más avanzados donde el tumor no se puede eliminar por completo mediante cirugía.

Sin embargo, los síntomas pueden controlarse y la propagación del cáncer puede ralentizarse mediante una combinación de tratamientos.

Hay diferentes opciones de tratamientos para los pacientes con cáncer colorrectal. Se utilizan seis tipos de tratamiento estándar:

  • Cirugía.
  • Ablación por radiofrecuencia.
  • Criocirugía.
  • Quimioterapia.
  • Radioterapia.
  • Terapia dirigida.

Se están probando otros tipos de tratamiento en ensayos clínicos.

Además hay una línea de tratamientos personalizados para el cáncer colorrectal como:

Cirugía peritoneal.

Un porcentaje importante de los cánceres colorrectales se manifiestan con carcinomatosis, es decir, la presencia de nódulos tumorales diseminados a lo largo de la cavidad abdominal. Para estos casos se aplica un tratamiento quimioterápico personalizado de la carcinomatosis basándonos en las propias alteraciones genéticas individuales de cada paciente, así como la incorporación de terapias con nuevos anticuerpos monoclonales seleccionados según las variantes genéticas de cada paciente.

Posteriormente se debe realizar la cirugía citorreductora peritoneal, es decir, la resección completa de todos los nódulos peritoneales para eliminar toda la enfermedad metastásica lo cual permite un tratamiento con intención curativa en casos muy seleccionados.

Cirugía de las metástasis hepáticas.

El 40% de los pacientes con cáncer de colon presentan metástasis hepáticas al ser diagnosticados, y más de la mitad de los pacientes operados de neoplasias de colon desarrollarán diseminación en el hígado. La mayoría de estos pacientes precisarán de tratamiento de quimioterapia, acompañado de terapias dirigidas.

En MEDIQUADIS disponemos de marcadores genéticos, como las mutaciones del gen KRAS, BRAF, P3K y PTEN para la selección de estos tratamientos, por lo que aumentamos la efectividad de la terapia con un tratamiento personalizado para cada paciente.

Al conseguir reducir el tamaño de las metástasis hepáticas, se aumenta el éxito de la cirugía de las lesiones hepáticas, y por consiguiente las probabilidades de supervivencia.

¿Quién se encarga de definir el tratamiento del cáncer de colon o recto?

Si te diagnostican cáncer de colon o de recto, te atenderá la UNIDAD DE CÁNCER COLORRECTAL constituida por un EQUIPO MULTIDISCIPLINAR, que incluye:

  • Cirujano de digestivo especialista en cáncer.
  • Digestivo.
  • Oncólogo médico especialista en quimioterapia y nuevas líneas tratamiento (ensayos médicos).
  • Oncólogo de radioterapia.
  • Radiólogo.
  • Anatomo-patologo.

Para decidir qué tratamiento es el más adecuado para tu caso, tu equipo de atención tendrá en cuenta el tipo y tamaño del cáncer, tu estado de salud general, si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo y qué tan agresivo es.

A continuación, vamos a describir los diferentes tipos de cirugía para tratar el cáncer de colon.

La cirugía que se practica si el cáncer está en el colon es diferente a la cirugía que se hace en caso de un tumor en el recto. Así que luego veremos las opciones de cirugía para cáncer de recto.

¿Qué tipos de cirugía existen para el cáncer de colon?

El tipo de cirugía para tratar un cáncer del intestino grueso (colon) depende de la posición y el tamaño del cáncer en el intestino.

Hay diferentes tipos de cirugía para el cáncer de colon. La operación más adecuada para tu caso va a depender de:

  • Dónde está tu ubicado tu cáncer.
  • El tipo y tamaño del cáncer.
  • Si el cáncer se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

A continuación vamos a ver en detalle los tipos de cirugía de cáncer de colon más habituales.

Colectomía.

Cirugía para extirpar una parte o la totalidad del intestino (colectomía)

Tu cirujano puede tener que extirpar la parte del intestino grueso (colon) que contiene el cáncer. A esto se le llama colectomía. También podría extirpar en la intervención los ganglios linfáticos cercanos.

Existen diferentes tipos de colectomía, en función de en qué tramo del intestino grueso esté ubicado el cáncer y de qué se opte por hacer tras extirpar la zona afectada por el tumor.

La cirugía para extirpar parte del colon se llama hemicolectomía o colectomía parcial. La cirugía para extirpar todo el intestino grueso (colon) se denomina colectomía total.

Hablamos de hemicolectomía cuando el cirujano puede extirpar la parte del intestino donde está el cáncer con márgenes suficientes. En algunos casos, se aprovecha la intervención para extirpar los ganglios linfáticos cercanos al intestino donde se haya podido diseminar el cáncer para, posteriormente, unir los dos extremos del colon nuevamente.

La colectomía total está reservada para cuando coexisten varios cánceres en el colon y se localizan en varias zonas del colon (tumores sincrónicos).

Extraer el tumor y volver a unir. Cuando el cirujano extirpa la parte del colon que contiene el cáncer (colectomía), hará todo lo posible para volver a unir los extremos del intestino. A la unión se la llama anastomosis.

Sin embargo, en ocasiones no es posible o recomendable unir el intestino. En esos casos, se realiza un estoma.

Extraer el tumor y colocar un estoma. A veces, el cirujano extrae uno de los fragmentos del intestino a una abertura que realiza en el abdomen. A esta apertura se le llama estoma. Suele realizarse de forma temporal para que el intestino tenga tiempo de curarse o de forma definitiva, porque es imposible su anastomosis.

En función de dónde se realice el estoma, este recibe diferentes nombres:

  • Una ileostomía es una abertura (estoma) del intestino delgado (íleon) hacia la superficie del abdomen.
  • Una colostomía es una abertura (estoma) del intestino grueso (colon) hacia la superficie del abdomen.
  • Colostomía permanente para un caso de cáncer de recto.
  • Colostomía permanente para un caso de cáncer de recto.

El estoma puede ser temporal o permanente.

Si tienes un estoma temporal, es posible que te hagan otra operación unos meses después para unir los extremos del intestino. A esto se le llama reconstrucción del tránsito intestinal o reversión del estoma. Mientras tanto, se coloca una bolsa de colostomía o ileostomía sobre la abertura del intestino para recoger las heces.

Es posible que debas someterte a una colostomía o ileostomía permanente. Esto depende de dónde esté el cáncer en tu colon, de lo avanzado que esté y de tu estado general de salud. Tu cirujano tratará de evitarlo siempre que sea posible.

A menudo, un cirujano no puede saber si el paciente necesitará un estoma permanente hasta el mismo momento de la cirugía. Esto se debe a que a veces no resulta posible saber cómo de grande es el cáncer o a qué partes del intestino afecta hasta que no se opera.

Extracción de todo o casi todo el colon.
La cirugía para extirpar todo el intestino grueso (colon) se llama colectomía subtotal o total (panproctocolectomía). En ese caso, el cirujano lleva el extremo del intestino delgado a la superficie del abdomen para realizar una ileostomía.

En algunos casos, se realiza una colectomía subtotal, que consiste en unir el intestino delgado a la parte superior del recto.

¿Cómo se hace la cirugía para una colectomía parcial o total?

Normalmente se recurre a dos modalidades de cirugía:

Cirugía abierta

Esto significa que su cirujano realiza una incisión amplia en el abdomen para extirpar el cáncer del colon.

Cirugía laparoscópica

En este caso, el cirujano hace varias incisiones pequeñas en el abdomen. Introduce un tubo largo con luz y cámara por uno de los orificios y los instrumentos quirúrgicos se introducen por los otros orificios y se utilizan para extirpar el cáncer.

Generalmente, con la cirugía laparoscópica, las personas se recuperan antes porque el proceso de cicatrización y el postoperatorio es más rápido.

Tu cirujano tratará de realizar una cirugía laparoscópica si necesita extirpar parte de tu intestino. Pero depende de tu situación concreta, ya que algunas personas no pueden someterse a una operación mediante laparoscopia. En esos casos, el cirujano necesitará realizar una cirugía abierta.

En cualquier caso, tu cirujano te hablará sobre esto antes de la intervención.

Resección transanal local.

(resección del grosor total de la pared del recto): microcirugía endoscópica transanal (TEM)

Algunos pólipos voluminosos, adenomas malignizados o cánceres iniciales en etapa I no son candidatos para ser extirpados mediante endoscopia. En esos casos, se puede realizar una MICROCIRUGÍA ENDOSCÓPICA TRANSANAL (TEM). Este procedimiento endoscópico permite preservar el aparato esfinteriano.

Por lo general, este procedimiento se hace con anestesia locorregional o general . Se hace con instrumental que se introduce en el recto a través del ano.

Cuando el cáncer o los pólipos son extraídos de esta manera, el médico cirujano no requiere de hacer un corte sobre el abdomen.

La TEM es una buena alternativa a la cirugía convencional abdominal (resección anterior baja o amputaciones abdomino perineales), técnicas que, por su complejidad, pueden presentar más complicaciones.

Es la técnica de elección en grandes adenomas rectales y cánceres de recto con estadios pT1 localizados en toda la ampolla rectal.

Esta operación requiere equipo especial y cirujanos con entrenamiento especial y experiencia, por lo que sólo se hace en ciertas unidades especializadas como la de MEDIQUADIS.

Resección anterior baja.

En esta operación, se extrae la parte del recto que contiene el tumor. Luego se une el colon a la parte restante del recto para que el paciente pueda tener sus evacuaciones intestinales de la manera usual. En algunos casos, esto se puede hacer en la misma operación. En otros se realiza en una cirugía posterior.

Una resección anterior baja se hace con anestesia general, generalmente por laparoscopia y en otras ocasiones por cirugía convencional. El cirujano hace varias incisiones pequeñas (cortes) sobre el abdomen. Se extirpa y extrae el segmento de intestino grueso que tiene el cáncer, junto con los ganglios linfáticos y otros tejidos alrededor del recto.

Luego el colon se vuelve a conectar al recto restante, anastomosis colo-rectal.

Si se administra radioterapia y quimioterapia antes de la cirugía, es posible que se haga una ileostomía de corto plazo. Se trata de conectar la parte final del intestino delgado, el íleon, a un orificio que se hace sobre la piel del abdomen. Esto le da tiempo al recto para sanar antes de que los residuos fecales sean evacuados de nuevo a través del colon. En la mayoría de los casos, la ileostomía se puede revertir (se reconectan los intestinos) aproximadamente después de ocho semanas.

La mayoría de los pacientes pasará varios días en el hospital después de una resección anterior baja, dependiendo de cómo se realizó la cirugía y de su estado general de salud.

Puede que la recuperación completa precise de tres a seis semanas en casa.

Proctectomía con anastomosis coloanal.

Algunos cánceres de recto requieren la extirpación de todo el recto. A esto se le llama proctectomía o pan-proctectomía, que se realiza de forma combinada por el abdomen ( laparoscopia o laparotomía) y por zona perineal.

Así, se realiza la extirpación del recto y de todos los ganglios linfáticos cercanos al recto. A continuación, el colon se conecta al ano (anastomosis coloanal) para que el paciente pueda seguir evacuando los residuos fecales con normalidad.

Cuando se necesitan técnicas especiales para evitar una colostomía permanente, puede que se requiera de una ileostomía de corto plazo (el extremo del íleon, la última parte del intestino delgado, se conecta a un orificio sobre la piel del abdomen) durante ocho semanas aproximadamente mientras el intestino se cura. Luego, se lleva a cabo una segunda operación para reconectar los intestinos y cerrar la abertura de la ileostomía.

Esta operación requiere de anestesia general. La mayoría de los pacientes pasará varios días en el hospital después de la cirugía, dependiendo de cómo sea la operación y del estado general de salud. Es habitual que la recuperación lleve de tres a seis semanas en casa.

Resección o amputación abdominoperineal.

Esta operación es más compleja que la resección anterior baja.

Suele usarse cuando el cáncer se ha desarrollado hacia el músculo del esfínter (el cual mantiene el ano cerrado para impedir la salida de las heces fecales) o cuando el tumor infiltra los músculos elevadores.

En este procedimiento, se hace mediante técnica combinada abdominal (laparoscopia o laparotomía) y perineal. El cirujano hace un corte o incisión (o varias incisiones pequeñas) sobre la piel del abdomen para disecar y resecar el recto hasta los músculos puborrectales y otra en la piel alrededor del ano, comunicando ambas vías. Esto permite al cirujano extirpar el recto, el ano y los tejidos circundantes, incluyendo el músculo del esfínter.

Debido a la extirpación del ano, se requerirá de una colostomía permanente (el extremo del colon se conecta a un orificio que se hace sobre la piel del abdomen) para permitir la expulsión de los residuos fecales del cuerpo.

Esta operación requiere el uso de anestesia general. La mayoría de los pacientes pasará varios días en el hospital después de la cirugía, dependiendo de su evolución tras la operación y de su estado general de salud. El periodo de recuperación en casa puede ser de tres a seis semanas.

Exenteración pélvica.

Si el cáncer rectal está creciendo hacia los órganos adyacentes, puede que sea recomendable una exenteración pélvica. Esta operación es de mayor magnitud. El cirujano extirpará el recto, así como cualquier otro órgano cercano afectado por el cáncer, como la vejiga, la próstata (en hombres) o el útero (en mujeres), si el cáncer se ha propagado a estos órganos o el hueso sacro.

Tras la exenteración pélvica se requiere proceder con una colostomía. Si la vejiga es extraída, se requerirá también de una neovejiga o urostomía (abertura sobre la piel del abdomen por donde la orina sale del cuerpo y es contenida en un sistema de bolsa que se adhiere a la piel). Puede que la recuperación total lleve varios meses por tratarse de una cirugía complicada.

Colostomía de derivación.

En algunos pacientes, el cáncer rectal se ha propagado ocasionando también que tengan tumores que bloquean el recto. En tal caso, es necesario realizar una cirugía para aliviar la obstrucción sin extraer la parte del recto que contiene el cáncer. Para ello, el colon se corta por encima del tumor y se adhiere a un estoma (una abertura en la piel del abdomen) para permitir que las heces salgan del cuerpo.

Esta operación se llama colostomía de derivación. A menudo puede ayudar al paciente a recuperarse lo suficiente como para iniciar otros tratamientos como la quimioterapia.

¿Cuál es la cirugía para el cáncer de colon avanzado?
El cáncer de colon avanzado es un cáncer que se ha originado en el recto o en el intestino grueso (colon) y que se ha diseminado a otra parte del cuerpo.

El cáncer puede estar avanzado cuando se diagnostica por primera vez. También puede haber aparecido de nuevo después de recibir el tratamiento por primera vez.

Es posible que necesites una cirugía urgente si el cáncer de colon bloquea el intestino y causa síntomas. Y, a veces, puede ser necesaria una cirugía para extirpar el cáncer que se ha diseminado al hígado o los pulmones.

La elección del tratamiento depende de:

  • El tipo de cáncer.
  • El número de tumores secundarios (metastásicos).
  • Dónde están localizados los tumores secundarios.
  • El tratamiento que ya has tenido.
  • Tu salud general.

Cirugía para un intestino bloqueado.
A veces, el cáncer puede crecer hasta bloquear completamente el intestino. A esto se le llama obstrucción intestinal.

Si esto sucede, los desechos de los alimentos que has digerido no pueden pasar y es necesario operar lo antes posible.

Para aliviar los síntomas, a veces es posible:

Desbloquear el intestino mediante la colocación de una endoprótesis o stent.
Cirugía y exéresis del tramo de intestino grueso obstruido, y realización o no, de una ostomía.
Usar un stent para aliviar una obstrucción intestinal.
En este caso, el digestivo endoscopista coloca un tubo con una luz y una cámara en el extremo (colonoscopio) en su intestino a través del recto. A esto se le llama colonoscopia.

El digestivo usa el colonoscopio para ver dónde está el bloqueo y empuja un stent a través de él. El stent se expande y mantiene el intestino abierto para que la caca pueda pasar nuevamente. El stent permanece en su lugar para mantener el intestino abierto.

Esta cirugía alivia los síntomas y le da tiempo al cirujano y su equipo para planificar la mejor estrategia terapéutica, ya sea realizar cirugía inicialmente y aplicar luego quimioterapia, o bien, iniciar el tratamiento de quimioterapia para luego extirpar la parte obstruida del intestino mediante cirugía.

Eliminar la obstrucción intestinal.
Es posible que tu cirujano pueda extraer la sección obstruida del intestino y unir los dos extremos del intestino. O es posible que necesite sacar el extremo superior del intestino por una abertura en el abdomen. A esto se le llama estoma.

Si la abertura es de su intestino grueso (colon), se llama colostomía. Si la abertura es de su intestino delgado (íleon), se llama ileostomía. El estoma se cubre con una pequeña bolsa desechable que permite recoger las heces.

Cirugía para extirpar pequeños tumores secundarios.
Si el cáncer de colon se disemina, a menudo llega al hígado o los pulmones a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático. También puede diseminarse y afectar el peritoneo (carcinomatosis peritoneal).

Si ocurren lesiones por propagación del cáncer (secundarias) en el hígado, los pulmones, o en el peritoneo, en función de su localización y número, nuestra unidad multidisciplinar decide cuál es la mejor estrategia terapéutica para tratar dichas lesiones.

Según el caso, se puede abordar mediante la administración combinada de quimioterapia-radioterapia y cirugía para poder tratarlas y extirparlas. La cirugía para extirpar el cáncer que se ha diseminado al hígado se denomina metastasectomía.

Cuando la diseminación es hacia el peritoneo realizamos cirugía de carcinomatosis peritoneal que se puede acompañar de quimioterapia intraoperatoria (HIPEC). Sin embargo, este no es un tratamiento adecuado para todos los pacientes. Sólo pueden someterse a este tipo de cirugía quienes reúnan una serie de condiciones y cumplan con una serie de criterios.

Para decidir si este tratamiento es adecuado para tu caso, tu cirujano examinará:

  • Tu estado de salud general.
  • Cómo de avanzado estaba su cáncer cuando se diagnosticó.
  • Qué tan rápido ha regresado su cáncer.
  • Cuántos tumores secundarios tienes.
  • El tamaño y la posición de los tumores secundarios.
  • Cómo de cerca están de los principales vasos sanguíneos.
  • Sobre someterse a una cirugía de hígado.
  • Se hará un estudio de imagen de extensión mediante tomografía computarizada o resonancia magnética o PET-TAC. También es posible que te hagan una prueba para observar la vascularización del área a extirpar (un angiografía) para asegurarse de que la operación sea posible.

El tratamiento de los tumores secundarios del hígado, consiste en una quimioterapia específica y en una cirugía especializada que se lleva a cabo en nuestra unidad multidisciplinar de cáncer colorrectal. Puedes hablar con tu especialista sobre esto si crees que podría ayudarte. Si este tratamiento es adecuado para ti, tu especialista puede derivarte.

¿Qué tipos de cirugía hay para el cáncer de recto?
La terapia combinada de quimioterapia/radioterapia y cirugía constituye el tratamiento principal contra el cáncer del recto. A menudo se administra radioterapia o quimioterapia antes o después de la cirugía.

Existen diferentes tipos de cirugía para el cáncer de recto. La operación más adecuada para tu caso va a depender de:

  • Si el cáncer está en la parte baja, media o alta del recto (localización).
  • Cuánto ha crecido o se ha extendido a ganglios u otros órganos (estadio tumoral).
  • Cómo de anormales se ven las células bajo un microscopio (tipo anatomopatológico).

Los médicos realizan distintos estudios de imagen como puede ser PET-TAC, TAC abdomen-pelvis, resonancia magnética o ecoendoscopia para decidir qué tratamiento es el más correcto en tu caso, eligiendo la mejor estrategia terapéutica, mediante la aplicación de quimio-radioterapia y cirugía para tratar y erradicar completamente el cáncer.

Después de la operación, un médico especialista en anatomía patológica (patólogo) examinará de cerca el cáncer, describiendo una serie de características protocolizadas para establecer el estadiaje tumoral, y en función de este informe, complementar el tratamiento previo con quimioterapia.

Un elemento clave para decidir qué tipo de cirugía se realiza es conocer cómo de próximo al ano se encuentra el tumor. Esto también puede afectar al resultado en caso de que el cáncer se propague hacia los músculos del esfínter en forma de anillos alrededor del ano.

Polipectomía y escisión local: endoscopia
Algunos casos de cáncer rectal en etapa inicial y la mayoría de los pólipos pueden extirparse mediante colonoscopia. En este procedimiento se utiliza un tubo alargado y flexible con una pequeña videocámara en uno de sus extremos que se introduce a través del ano para ser guiada hacia el recto.

Durante una colonoscopia pueden llevarse a cabo estos procedimientos quirúrgicos:

En una polipectomía, el cáncer es extirpado como parte del pólipo, el cual se corta en su tallo. Por lo general, esto se hace pasando un asa de alambre a través del colonoscopio para cortar el pólipo de la pared del recto mediante una corriente eléctrica.

Una escisión local es un procedimiento más complejo. Se usan instrumentos a través de un colonoscopio para extirpar pequeños cánceres dentro del revestimiento del recto junto con una pequeña cantidad de tejido sano circundante sobre la pared del recto.

Una vez realizada la polipectomía, el estudio histopatológico de todas las lesiones extirpadas es mandatario.

El patólogo debe informar del tipo de pólipo, del grado de displasia y del estado de los márgenes de resección.

La extirpación endoscópica de adenomas malignizados no es suficiente cuando:

La resección endoscópica no sea completa (confirmado por el patólogo o si este no puede determinar la profundidad de invasión o el grado de diferenciación).
Las lesiones sean pobremente diferenciadas, con invasión vascular y/o linfática.
Si el margen de resección está invadido.
En estas tres situaciones se debe realizar, si la patología de base del paciente no lo desaconseja, una resección quirúrgica con criterios oncológicos.

¿Existe cirugía en caso de propagación del cáncer de recto?
Si el cáncer se ha propagado a otros órganos o estructuras, es necesario un tratamiento sistémico de su enfermedad mediante una terapia combinada de quimio-radioterapia que puede o no acompañarse de cirugía de exéresis rectal.

Dependiendo de la extensión de la enfermedad, esto podría ayudar al paciente a incrementar su supervivencia. La decisión de utilizar la cirugía para eliminar las áreas de propagación del cáncer dependerá del tamaño, el número y la ubicación de las mismas.