Unidad de cirugía oncológica

Carcinomatosis

Cirugía que incrementa la supervivencia del paciente.
Aquí tienes la respuesta a todas las preguntas que puedes estar haciéndote sobre la carcinomatosis del peritoneo y su tratamiento:

  • Resumen
  • Tiempo intervención: xx min.
  • Anestesia: local/total.
  • Hospitalización: Sí/No.
  • Tiempo recuperación: xx días.

Información detallada

  • ¿Qué es?
  • Expectativas
  • Tratamiento
  • Preguntas frecuentes

La Carcinomatosis Peritoneal es un tumor que se disemina desde su lugar de origen al peritoneo (una membrana que delimita la cavidad abdominal).

Puede producirse cuando un tumor en otro órgano se propaga a toda la cavidad peritoneal. Cuando esto ocurre, al tumor en el órgano de origen se le llama primario. Los tumores primarios que pueden derivar en carcinomatosis son:

  • Tumores ginecológicos: De ovario, de endometrio y, aunque menos frecuente, de mama.
  • Tumores digestivos: Tumores de colon, recto, estómago, bazo, hígado y páncreas.
  • También puede producirse como consecuencia de un mesotelioma peritoneal, que es un tumor que se desarrolla en el propio peritoneo.
  • Aunque poco común, también puede desarrollarse una carcinomatosis por un Pseudomyxoma peritoneal, un tumor causado por mucocele, que a menudo se ubica en el apéndice.

Al ir desarrollándose los tumores, las células tumorales pueden alcanzar y atacar la membrana que cubre a los mismos órganos, el peritoneo.

Cuando atraviesan esta “barrera”, las células tumorales pueden alcanzar la cavidad abdominal, transportadas por el fluido peritoneal. Estas células suelen implantarse en toda la cavidad peritoneal y en órganos intrabdominales, creando aglomeraciones, que siguen creciendo, expandiéndose por todo el abdomen y originando la carcinomatosis.

Los síntomas de la Carcinomatosis Peritoneal.

Durante las primeras etapas de la Carcinomatosis Peritoneal no suele haber síntomas en fases iniciales. Conforme la enfermedad evoluciona, va apareciendo la sensación de distensión abdominal, astenia, anorexia y malestar general. En otras ocasiones se detecta en el mismo momento de la cirugía del tumor primario.

Es frecuente que los pacientes que acuden a nuestra unidad especializada en carcinomatosis vengan derivados de otras especialidades médicas, o de su médico de atención primaria.

Acuden a nosotros porque no se encuentran bien, tienen tendencia al cansancio, con pocas ganas de ingerir alimentos. Y esto conlleva una pérdida de peso y un abdomen distendido como consecuencia de líquido en la cavidad abdominal, ascitis.

Estos son los síntomas que aparecen en fases más avanzadas de la carcinomatosis peritoneal:

  • Distensión abdominal.
  • Pérdida de apetito y peso (anorexia y astenia).
  • Náusea y estreñimiento.
  • Dolor abdominal.
  • Cansancio.
  • Dificultad en la respiración debida a la ascitis (acumulación de grandes cantidades de fluidos en la cavidad abdominal).

¿Hay tratamiento para la carcinomatosis del peritoneo?

Hasta hace poco, el tratamiento de la Carcinomatosis peritoneal se consideraba como un esfuerzo inútil y la supervivencia de los pacientes no solía superar unos pocos meses, tras el diagnóstico, en función del estadío del cáncer, del estado del paciente y del origen de la Carcinomatosis Peritoneal.

Durante mucho tiempo ha sido considerada como una enfermedad con un pronóstico muy negativo e imposible de curar a través de una operación quirúrgica, debido a sus peculiaridades.

En las últimas dos décadas la situación ha cambiado y, ahora, centros como CIRDIONCO pueden ofrecer un tratamiento super-especializado y específico a los pacientes afectados por esta enfermedad.

¿Cuáles son las expectativas de vida de los pacientes que se tratan y los no tratados?

El tiempo medio de supervivencia de pacientes no tratados es de 6 a 12 meses a partir del diagnóstico, dependiendo del origen del tumor y de su agresividad.

El tratamiento se realiza con el objetivo de conseguir una citorreducción completa de la enfermedad (R0). Sin embargo, es importante tener en cuenta que la carcinomatosis peritoneal es un cáncer muy agresivo que puede volver a aparecer en algunos casos después de la intervención.

El objetivo de este tipo de cirugía, es incrementar la supervivencia del paciente, expresada habitualmente en años en lugar de meses.

El pronóstico puede estar influido por muchos factores como:

  • El origen y extensión del tumor maligno diagnosticado.
  • La estirpe celular y la agresividad del tumor maligno.
  • La posibilidad de eliminar todas las células tumorales visibles durante la cirugía.
  • El estado del paciente.

¿En qué consiste el tratamiento de la Carcinomatosis Peritoneal?

Hoy en día es posible tratar este tipo de tumor de una manera efectiva.

Dependiendo del tipo de tumor que haya provocado la carcinomatosis, se plantea una cirugía en uno o dos pasos. Si se opta por los dos pasos, se ejecutan uno a continuación del otro en la misma intervención:

1 CRS (Cirugía Cito-Reductora): resección quirúrgica de todo el tejido tumoral visible a simple vista por el cirujano.

2 HIPEC (Quimioterapia hipertérmica intraperitoneal): un “lavado” de la cavidad abdominal con fármacos quimioterápicos concentrados y a altas temperaturas para destruir las células cancerígenas libres y las pequeñas masas de células tumorales que el cirujano no haya podido eliminar.

Es un tratamiento complejo y multidisciplinar, que requiere la coordinación y colaboración de muchos especialistas:
Cirujanos generales oncodigestivos.
Ginecólogos oncólogos.
Oncólogos.
Anestesistas y reanimación.
Intensivistas.
Internistas.
Radiólogos.
Anatomopatológos.
Enfermería quirúrgica.

Vamos a ver más en detalle en qué consiste cada una de estas cirugías:

¿Qué es la Cirugía Cito-Reductora o CRS (Cyto-Reductive Surgery)?

Es una operación larga y compleja para la eliminación quirúrgica de todo el tumor.

Normalmente, el paciente puede ingresar el mismo día de la operación o el día previo, dependiendo de sus antecedentes.

En el preoperatorio se hace un estudio de extensión general para determinar el alcance de la lesión. Y para ello se pueden hacer pruebas como:

Estudios extensión de imagen torácicos, abdominales o pélvicos. Un examen PET TAC o PET RMN de todo el cuerpo si es necesario. Una laparoscopia diagnóstica para extraer una muestra tumoral y enviarla al anatomopatólogo. También se realizarán pruebas rutinarias como exámenes de sangre, o marcadores tumorales.

La laparoscopia diagnóstica es habitual, porque los estudios de imagen nos confirman si hay carcinomatosis, pero no nos pueden decir en qué grado y si es posible su resecabilidad. Para valorar la resecabilidad tumoral hacemos la laparoscopia, y en función de una escala intraoperatoria ICP (Índice de Carcinomatosis Peritoneal), continuamos o no con el procedimiento quirúrgico, ya que debemos garantizar una resección completa de la enfermedad (R0).

La operación consiste en la resección “en bloque” del órgano afectado (colon, recto, estómago, ovarios, etc.), junto a una peritonectomía dónde se extirpa el peritoneo parietal y parte del visceral y de todos los órganos adyacentes con infiltraciones cancerígenas. Además, todos los grupos de células tumorales visibles se eliminan quirúrgicamente.

¿Hay casos donde no se puede hacer cirugía cito-reductor para tratar el carcinoma peritoneal?

Una cirugía oncológica radical R0 quiere decir que podemos dejar el abdomen completamente libre de implantes tumorales.

Si tenemos claro que podemos realizar una cirugía oncológica radical R0 desde el principio, tras la laparoscopia exploradora, seguimos con la cirugía citorreductora e HIPEC.

En ocasiones, la carga tumoral es tan importante que no se aprecia en el estudio de extensión previo, y la diagnosticamos mediante una laparoscopia exploradora, si hay mucha enfermedad y no podemos garantizar quitarlo todo sin dejar ningún residuo tumoral (resección R1), es mejor parar el procedimiento y no seguir adelante con la cirugía, no la operamos en ese momento.

En estos casos, lo que se hace es:

1 Tomar una muestra tumoral para tipificar la histología del tumor.

2 Dar quimioterapia, 3 ciclos de quimioterapia cada 21 días.

3 Re-evaluar a los 3 meses de la enfermedad, para poder realizar cirugía citorreductora de intervalo.

Pasados esos 3 meses, hacemos un nuevo estudio de extensión, y una nueva laparoscopia exploradora, para re-evaluar la respuesta de la enfermedad al tratamiento quimioterápico. En el 80-90% de los casos de esos pacientes inoperables inicialmente, tras la quimioterapia administrada, se convierten en pacientes candicador de cirugía citorreductora R0.

Tratamiento HIPEC: Quimioterapia Hipertérmica Intraperitoneal

En algunos tipos de carcinomatosis del perineo es recomendable realizar una HIPEC o quimioterapia hipertérmica intraperitoneal.

Consiste en un tratamiento de quimioterapia altamente concentrado y caliente que se introduce directamente en la cavidad peritoneal tras una cirugía cito-reductora.

Se trata de un verdadero “lavado” de la cavidad abdominal insertando unos catéteres-drenajes que liberan la solución quimioterápica. Esto se realiza con un aparato infusor que funciona como las máquinas de diálisis, solo que haciendo circular una solución concentrada de quimioterapia a alta temperatura (42-43º C). La alta temperatura de la solución produce un efecto térmico en los tejidos que aumenta la absorción de los fármacos quimioterápicos por los tumores, haciendo el tratamiento más efectivo.

La solución se mantiene en la cavidad abdominal durante un tiempo que oscila entre 1-2 horas y luego se drena.

Esta técnica de quimioterapia localizada, confinada en la cavidad peritoneal, puede destruir depósitos de células cancerígenas microscópicas e invisibles que hubieran quedado en el abdomen tras la cirugía. Además, al ser localizada, permite una dosis de tratamiento quimioterápico mucho mayor a la vez que reduce muchos de los efectos adversos de la quimioterapia intravenosa.

Esta técnica ha demostrado su eficacia para los mesotelioma y pseudomixoma peritoneal, y muestra resultados prometedores sobre los beneficios y efectividad de esta terapia también para el tratamiento de tumores con origen en el colon, estómago. No existe un consenso científico acerca de si este procedimiento supone una mejoría para los casos de carcinomatosis peritoneal originadas por cáncer de ovarios.

Gracias a esta terapia hoy es posible tratar a pacientes que hasta hace algunos años no tendrían posibilidades concretas de curarse. Una terapia que da resultados notables en cuanto a la supervivencia y a la mejora de la calidad de vida.

¿La cirugía citorreductora y la HIPEC se puede aplicar en todos los pacientes de Carcinomatosis Peritoneal?
No todos los pacientes pueden ser candidatos al tratamiento CRS + HIPEC. Depende de varios factores como la edad, el estado general del paciente, el origen de la carcinomatosis y la gravedad de la enfermedad después del diagnóstico.

Este tratamiento está considerado y consensuado por la comunidad científica internacional como el abordaje estándar para pacientes diagnosticados con mesotelioma, pseudomixoma y carcinomatosis peritoneal originada por un cáncer colorrectal o gástrico.

Para carcinomatosis peritoneales originadas por cáncer de ovario, no hay un consenso en la comunidad científica acerca del uso del HIPEC. Lo más aceptado es realizar cirugía citorreductora y ciclos de quimioterapia antes o después de la cirugía.

¿Cuánto dura la intervención?
La cirugía cito-reductora se realiza bajo anestesia general, y son cirugías largas, entre 3 y 9 horas. En algunos casos puede ser incluso más larga.

El tratamiento HIPEC, que se realiza si es necesario a continuación de la cirugía cito-reductora, tiene una duración de unos 45-90 minutos.

¿Qué riesgos implica esta cirugía?
A pesar de la complejidad del procedimiento, la intervención se considera como segura.

La tasa de muerte por complicaciones del tratamiento es inferior al 3%, lo que está por debajo de otras cirugías de alto riesgo.

¿Qué efectos secundarios hay tras la intervención?
Dado que el procedimiento es muy complejo e invasivo, los efectos secundarios después de la intervención son frecuentes.

Los efectos secundarios más habituales son las infecciones de pulmón o vejiga, derrames pleurales, fístulas intestinales, abscesos intrabdominales, colocación de ostomías, complicaciones de la cicatriz y la imposibilidad de comer o beber durante unos días.

Un efecto secundario menos frecuente es la infección abdominal.

¿Cuánto tiempo necesitaré estar hospitalizado después de la intervención?
Alrededor de 15 días tras la operación, aunque en algunos pacientes, pueden ser más prolongado.

¿Necesitaré quimioterapia tras la cirugía?
Para mejorar los resultados de la intervención, es necesario una quimioterapia sistémica adicional. Esta quimioterapia, llamada adyuvante, comenzaría de 4 a 6 semanas después de la intervención, con el objetivo de evitar o retrasar la recurrencia del cáncer y la diseminación de metástasis hacia otros órganos como hígado, pulmón, cerebro o huesos.

¿Hay controles periódicos tras la cirugía?
Si, se suele hacer un primer control a la siguiente semana después de la intervención.

Los controles siguientes son normalmente cada 3 meses. Esta frecuencia baja progresivamente hasta cada 6 meses y posteriormente a un control por año.

¿Qué centros realizan este procedimiento?
Se pueden realizar en centros superespecializados en esta patología.

Se trata de un tratamiento exigente que requiere que los pacientes sean cuidadosamente evaluados por un equipo multidisciplinar y superespecializado ( oncólogo, cirujano-oncólogo, ginecólogo-oncólogo, anestesistas, intensivistas, internistas, radiólogo y un patólogo) con un conocimiento profundo de la carcinomatosis peritoneal.

En la Unidad de Carcinomatosis Peritoneal de CIRDIONCO contamos con los medios y equipo humano superespecializado para el tratamiento de la carcinomatosis peritoneal.